martes, 6 de marzo de 2012

Redouté.



    A nosotros nos sería más complicado, quizá, decir Redouté que rosa, pero de ese modo habría que llamar a la preciada flor en honor a este prodigio de ilustrador. Belga de nacimiento, Lieja,  Pierre Joseph Redouté (1759),   había  nacido  en la cuna perfecta para sacar punta a sus aptitudes  como ilustrador y conocedor  de la botánica del momento, sobre todo de las rosas. Tanto su padre como su abuelo se ganaban la vida como artistas del pincel y, en su compañía se inició en este arte. Antes de entrar de lleno en el mundo mágico de las plantas, hizo sus pinitos en el teatro italiano, pero, como era culo de mal asiento, en sus ratos libres,  continuaba  con el mundo de la botánica y zoología. Fue de así como entró en contacto con el Jardín de Roi ( actual Museo Nacional de Historia Natural ), el profesor de Iconografía Gerard Van Spaendonck, artista renombrado de los grabados, no lo dejó escapar  y de éste aprendió el manejo de la acuarela sobre pergamino. Hizo entonces la primera obra  de cuadros  de plantas para la pinacoteca  real  y, de paso conoció al  botánico Charles-Louis L´Hériter, quien lo inició en  la anatomía  de las plantas, perfeccionó  la pintura  logrando dotar a sus obras de mayor precisión científica. A partir de ahí fue un baño de rosas, constantemente se codeaba con la flor y nata en cada tema. En 1787, viaja a Londres con  L´Heriter y allí colabora con la creación de la Corona Floral  Inglesa, además de descubrir  la técnica de impresión con una sola plancha, en Francia lo hacía con tres o cuatro. Luego un tal Cels,  lo puso en contacto con un señor llamado Jean Jacques Rouseau (1805), del que tuvo el gusto de ilustrar la botánica del citado escritor, 65  genuinos dibujos de plantas. A María Antonieta, me la salto, quien también lo tuvo a  su servicio.  La primera obra que Redouté ilustró en su totalidad fue  la Historia de las Plantas suculentas , de Agustín Pyramus  de Candolle ( Suizo), este impresionante botánico daba clases en ese momento  sobre la materia en Montpellier. El período más creativo está por llegar , Redouté conoce a  la futura emperatriz Josefina, esposa de Napoleón, a quien le pirraban las plantas. Josefina, que era muy fina, logró reunir todo tipo de  plantas  para el jardín , Malmaison. Quien se las hacía llegar era Ventenat. ..  .... ... continúa otro día...

13 comentarios:

Maritza dijo...

Gracias por este baño de cultura, amigo.
La fotografía es perfecta y encantadora. Precioso color y luz.
(A veces los objetos centrados son un acierto!)

Besos para ti.

Maria Dolors dijo...

¡Ave rosas, estrellas solemnes!
Rosas, rosas, joyas vivas de infinito
bocas, senos y almas vagas perfumadas
llantos,besos, grano, polen de la luna;
dulces lotos de las almas estancadas;
¡ave rosas, estrellas solemnes!
F.Garcia Lorca

Magistral clase, Marce.Un abrazo.

Salomé Guadalupe Ingelmo dijo...

Esta entrada me ha recordado un viejo relato mío en el que un maestro de pintura aconseja a su prometedor discípulo que se coma la rosa que está pintando: un artista, antes de traer al mundo un reflejo, ha de esforzarse por comprender al objeto que ha cautivado su atención. La obra de arte es siempre fruto de una larga digestión, creo. Besos.

Pat.mm dijo...

E interesante... desconocía este personaje. El capullo de rosa me fascina.
besos,

U-topia dijo...

Estupenda, docta y entretenida entrada... pero me he quedado prendada de ese capullo de rosa (mi flor favorita por siempre)...

Un beso con fragancia de rosa!!

Katy dijo...

Me ha gustado el nombre de Redouté.
¿Que enamorado no le ha regalado un ramo de rosas a su enamorada para decirle "te quiero"?
Pero lo que le ha dicho es lo que nos desvelas en tu post. No tenía ni idea y desde luego me ha parecido muy interesante, al margen de la bella foto.
Seguiré muy atenta a la siguiente.
Un abrazo

La sonrisa de Hiperion dijo...

Precioso es capullo...

Saludos y un abrazo.

Eva dijo...

Me encantan todos los detalles que se perciben en tus fotos, casi se puede apreciar hasta el alma de las flores!!! Abrazos fuertes

Ccasconm dijo...

Un personaje de vida novelesca que se decantó por lo pequeño en vez de por lo evidente.
Esa rosa en ciernes gurada el misterio de lo oculto, pues sólo podemos vislumbrar la belleza de lo que será. Suavidad de la seda, perfección del tacto y del olfato, quizás desaparezca en un instante, después de la tormenta.
Saludos

Laura. M dijo...

No sé si este Redouté tendrá algo que ver con el jardin del rey que hay en Versalles, pero hay allí unos adornos florales que son una maravilla....Como tu capullo de hoy casi reventón.
Un beso.

Isabel dijo...

Me paro en todas tus bellas imágenes y leo este interesante texto, curioso, que además de la Redouté, me gusta el nombre, se dedicara también a las crasas.

Se aprende mucho aquí.

MTeresa dijo...

Qué bellísima flor
y cuánta sabiduría
nos comunicas en este
mágico lugar
donde flora y letras
se hermanan,
un abrazo

María dijo...

Precioso el capullo de rosa y...

Fíjate, no recordaba para nada el nombre de este ilustrador del que hablas, me ha entrado curiosidad por ver sus dibujos y resulta que hasta tengo láminas de él en mi casa... siempre me han encantado las láminas de flores antiguas, muchísimas gracias MARCELO, además de llenarnos de belleza la vista nos vas a culturizar del todo :-)


Un regalito para ti, a cambio del tuyo:-)


Más besos